El 2009 esta a pocas horas de que finalice y tal vez tu te encuentras un poco deprimido o desanimado porque ves que en tu iglesia, en tu comunidad o en tu circulo de amigos todos tienen algo diferente que dar o que los identifica, por ejemplo: Un bailarin, un escritor, un diseñador grafico o hasta un musico, y te preguntas y yo que talento tengo para dar, sino se hacer nada. Pero dejame decirte que todos - absolutamente todos sin excepcion - tenemos un talento, pero queda en ti el descubrir por medio de la oracion y Espiritu Santo que talento tienes y que no lo has puesto a trabajar. T e contare una pequeña anecdota y te daras cuenta de lo mucho que tu tienes y que solo falta que te valores y te conozcas mas para saber que Tu eres unico y ecepcional. Vamos con la historia:
Un carpintero tenía un hermano que era un músico famoso. Cuando su hermano vino de visita a la compañía constructora donde trabajaba, el capataz le dijo:
-Debe estar orgulloso de tener un hermano que el mundo entero conoce por su música.
Luego, sintiendo que quizá había menospreciado a su empleado, agregó con torpeza:
-Por supuesto, no todos en la familia pueden tener el mismo talento.
-Usted tiene razón. Mi hermano no sabe nada acerca de construir una casa. Tiene la suerte de poder contratar a otros para que le construyan la suya.
El músico afirmó y agregó:
-Tanto mi hermano como yo trabajamos con las manos. Yo sostengo un instrumento musical en las mías y él un martillo en las suyas.
No todos tenemos el llamado a transitar a través de la vida por los mismos caminos. Si así fuera, ¡no cabe duda que veríamos muy concurrido nuestro camino!
Booker T.Washington escribió en el libro Desde la Esclavitud: Hay tanta dignidad en labrar el campo como en escribir un poema. La dignidad reside en el corazón y en la actitud del hombre, no en la descripción de su trabajo.
Todo llamado es grande si se persigue tenazmente.
Filipenses 3:14
Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Fuente: El libro devocionario de Dios para Hombres, Editorial Unilit
Un carpintero tenía un hermano que era un músico famoso. Cuando su hermano vino de visita a la compañía constructora donde trabajaba, el capataz le dijo:
-Debe estar orgulloso de tener un hermano que el mundo entero conoce por su música.
Luego, sintiendo que quizá había menospreciado a su empleado, agregó con torpeza:
-Por supuesto, no todos en la familia pueden tener el mismo talento.
-Usted tiene razón. Mi hermano no sabe nada acerca de construir una casa. Tiene la suerte de poder contratar a otros para que le construyan la suya.
El músico afirmó y agregó:
-Tanto mi hermano como yo trabajamos con las manos. Yo sostengo un instrumento musical en las mías y él un martillo en las suyas.
No todos tenemos el llamado a transitar a través de la vida por los mismos caminos. Si así fuera, ¡no cabe duda que veríamos muy concurrido nuestro camino!
Booker T.Washington escribió en el libro Desde la Esclavitud: Hay tanta dignidad en labrar el campo como en escribir un poema. La dignidad reside en el corazón y en la actitud del hombre, no en la descripción de su trabajo.
Todo llamado es grande si se persigue tenazmente.
Filipenses 3:14
Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Fuente: El libro devocionario de Dios para Hombres, Editorial Unilit
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